La Fibrosis Quística y el deporte
La Fibrosis Quística (FQ) es una enfermedad hereditaria, incurable, crónica y potencialmente mortal, que causa daños severos principalmente a nivel respiratorio
y del sistema digestivo. Se trata de la enfermedad genética más común entre los caucásicos. Y en la actualidad, hay más de 1500 personas con esta patología
registradas en España. El ejercicio físico es una herramienta útil y segura para la FQ. Y es capaz de
mantener en mejor estado la masa muscular, el sistema pulmonar y la condición física.
Existen evidencias científicas desde hace más de 4 décadas que nos informan de los magníficos beneficios que aporta esta herramienta a la FQ. Algunos de los beneficios atribuidos al ejercicio en el colectivo FQ son: la mejora de la limpieza de moco de las vías respiratorias; aumento de fuerza y resistencia de los músculos ventilatorios; reducción en la resistencia de la vía aérea; aumento de la tolerancia al ejercicio y aumento de la sensación de bienestar; así como una desaceleración en el deterioro pulmonar y un efecto antiinflamatorio.
El ejercicio físico puede retrasar la aparición de la diabetes. Y realizado de forma regular también produce una mejoría en el perfil metabólico y el estado nutricional de los pacientes. La actividad física regular y continua puede conseguir, por tanto, una reducción significativa de la mortalidad en las personas con FQ. Sin embargo, al ser una enfermedad en muchos casos con un grave deterioro pulmonar, puede llegar a ser necesario e inevitable el trasplante bipulmonar. El carácter progresivo de la enfermedad y la necesidad de estar sometidos a tratamiento permanente, hacen que las persona FQ y sus familiares más próximos puedan sufrir una situación de angustia continua, sobre la que puede actuar con eficacia el ejercicio físico.
Los beneficios a corto y largo plazo del ejercicio físico, se reflejan en la mejora de la
calidad de vida, en la mejora psicológica y en la mejora de la potencia aeróbica.